Me gusta que tenga un doble interruptor, el táctil en la parte delantera, y otro, que hay que presionar en la trasera, ya que en los que solo tienen el interruptor táctil, es muy fácil que se enciendan accidentalmente con un roce sobre le mismo, ademas, para evitar que se quede encendido por despiste, el espejo se apaga automáticamente después de estar encendido 30 minutos.
Este espejo tiene dos grupos de LED’s, uno para el lado de un aumento y otro para el de 10 aumentos, solo se enciende el que estemos usando, de forma que al girar el espejo sobre su eje para cambiar entre uno y otro, vemos que cuanto el espejo pasa por la posición horizontal, se apagan las del lado que va a quedar hacia atrás y se enciende las del lado que queda frente a nuestra cara.
Solo dispone de un tono de luz, luz natural, ni luz fría ni cálida, lo cual considero un acierto, ya que realmente el único tono que uso en un espejo de este tipo es la natural, y en los espejos que he probado que tienen los tres tonos de blanco, tenían un manejo mas complejo, por ejemplo, tener que pulsar el botón táctil de encendido/apagado varias veces, para ir pasando por los distintos tonos de blanco hasta que por fin conseguimos apagar el espejo. En este el funcionamiento es muy sencillo, un toque breve en el botón táctil para encenderlo, y mantenerlo presionado un par de segundos para apagarlo.
El ajuste de la intensidad de la luz, que dispone de 10 niveles distintos, esta muy conseguida, permitiendo un ajuste preciso y rápido, ya que podemos subirlo o bajarlo si tocamos en la parte superior o inferior y también ajustarlo al nivel deseado directamente tocando en el punto de la barra que representa la intensidad de luz que deseemos.
La base del espejo dispone de un anillo de goma, que protege la superficie donde lo apoyemos a la vez de tener propiedades antideslizantes.